Personal del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) detectó y decomisó 400 kilogramos de pulpa de mejillones en el puesto de control ubicado en La Adela. El material era transportado en bolsas sin la cadena de frío necesaria ni la documentación sanitaria que avalase su origen, tránsito y destino.
La verificación de rutina se realizó junto con personal policial en un vehículo utilitario no habilitado para el transporte de alimentos que se dirigía desde Bahía San Blas, provincia de Buenos Aires, hacia la capital pampeana, Santa Rosa.
El coordinador institucional de la Barrera Zoofitosanitaria Patagónica del SENASA, Marcelo Roberto, advirtió que “sin rótulo que identifique la mercadería no hay trazabilidad, en este tipo de productos se corre el riesgo de que, por ejemplo, hayan sido capturados y procesados en condiciones de marea roja, fenómeno que genera la toxina paralizante de los moluscos conocida con la sigla PSP y que es mortal para el ser humano. La tarea del SENASA protege la salud de los consumidores”.
Tras labrar el acta correspondiente, el organismo sanitario decomisó y destruyó la mercadería en cumplimiento de la normativa vigente.